El error básico consiste en demonizar los postres dulces, que son ocasionales por naturaleza. No son ellos los que comprometen la salud metabólica a largo plazo, y si nos apetece, podemos disfrutarlos con mucho gusto.
El error básico consiste en demonizar los postres dulces, que son ocasionales por naturaleza. No son ellos los que comprometen la salud metabólica a largo plazo, y si nos apetece, podemos disfrutarlos con mucho gusto.